Ejercicio físico y nutrición: cómo afectan al rendimiento laboral

Tener una rutina de ejercicio y unos hábitos saludables de alimentación nos ayudan a sentirnos más felices y con más energía. Hoy en día es complicado llevar a cabo estos hábitos saludables debido a todas las distracciones que tenemos y que nos hacen llevar un ritmo de vida sedentario.

Un ritmo de vida poco saludable puede afectar negativamente a nuestro bienestar físico y mental, además de perjudicar gravemente nuestro rendimiento laboral.

En este artículo queremos que descubras lo importante que es el deporte y una buena alimentación la hora de aumentar la productividad en el entorno laboral.

La alimentación en el rendimiento laboral

En numerosas ocasiones, cuando se habla del rendimiento laboral o de la productividad se hace referencia a factores como el ambiente laboral, los incentivos, etc. Pero existe otro factor muy importante que también afecta directamente al rendimiento y a la productividad: los hábitos alimenticios.

Según un estudio de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), la mala alimentación de los trabajadores es la causa de un descenso del 20% de la productividad laboral. A esto se le relaciona diversos factores o trastornos de salud, tales como: algunas enfermedades crónicas, obesidad y hasta desnutrición.

Durante los últimos años, el mundo laboral ha sufrido muchísimos cambios importantes. Tanto el teletrabajo como pasar tiempo extra en el lugar de trabajo son dos de ellos. Por esta razón no debemos olvidarnos de implantar hábitos saludables en nuestras vidas.

La alimentación tiene impacto directo en la calidad de vida de los trabajadores y de su productividad. Saltarse comidas o comer mucha cantidad de comida basura puede producir cansancio, obesidad o problemas de concentración entre muchos otros más.

De hecho, un gran porcentaje de los padecimientos laborales están relacionados con un estilo de vida poco sano y con enfermedades como la diabetes, hipertensión o sobrepeso.

Cómo influye lo que comes y bebes en la productividad laboral

Es importante que le brindemos al cerebro los nutrientes adecuados para mantener su rendimiento. Alimentarnos bien es imprescindible para que nuestro cerebro reciba todos los nutrientes necesarios para funcionar de forma óptima. Si esto no se lleva a cabo, el trabajo se hará más difícil y cansado.

Si no aportas nutrientes el cerebro baja su rendimiento haciéndote sentir bajo de energía y es probable que acabes acudiendo a bebidas energéticas o comidas con altas cantidades de hidratos procesados. Lo que se come y lo que se bebe determina la energía que el cuerpo va a tener durante el día.

Los síntomas principales que una mala alimentación pueden causar en tu productividad laboral son:

–          Cansancio excesivo.

–          Falta de reflejos.        

–          Sensación de pereza.

–          Alta irritabilidad que puede perjudicar en la relación con los compañeros.

–          Depresión.

–          Dolores corporales.

–          Obesidad o sobrepeso.

–          Bajo rendimiento.

El ejercicio físico y el aumento de la productividad laboral

La alimentación es un factor esencial a la hora de cuidar nuestro bienestar. Los beneficios de unos hábitos nutricionales saludables son numerosos, y es por esa razón que a la hora de cuidar la productividad laboral y el bienestar del trabajador es importante ayudar a que esto se cumpla.

Si algo debemos tener claro es que para cuidar de nuestro bienestar físico y mental no solo es suficiente con la alimentación sino que también debemos realizar ejercicio físico.

El ejercicio nos permite aumentar el nivel de endorfinas, de energía y mejorar el bienestar mental y físico. Una plantilla de trabajo que cuide su alimentación y realice ejercicio tenderá siempre a tener una actitud más positiva, más saludable, más segura de sí misma, menos propensa a ponerse enferma y más productiva.

Hacer ejercicio beneficia directamente el cerebro, aumentando el rendimiento personal.

Algunos beneficios que aporta el ejercicio en el rendimiento laboral son:

Aumento de la memoria

La memoria es un proceso cognitivo sensible al entrenamiento. Esto significa que, si la ejercitamos lo suficiente, es posible potenciarla y mejorar su función.

En una investigación publicada en el Proceedings of the National Academy of Sciences (2012) se comprobó que el ejercicio físico aeróbico practicado de forma regular aumenta la memoria y la capacidad de aprendizaje al liberar hormonas que ayudan a mejorar los procesos cognitivos.

Mayor concentración

Realizar ejercicio físico activa algunos mecanismos psicológicos como la atención y la memoria, lo cual se puede mantener hasta unas horas después de concluida la actividad.

El hecho de permanecer más atentos, en movimiento y activando la respiración y el flujo de sangre al cerebro, mejora el estado de ánimo y con esto la disposición a permanecer más alerta y concentrado en las actividades que se realicen posterior al ejercicio físico.

Mejor rendimiento laboral

Un estudio realizado por la multinacional norteamericana Gympass ha revelado que practicar ejercicio físico puede aumentar considerablemente la productividad de las personas. Los resultados de la investigación traducen esta mejora del rendimiento laboral en un porcentaje del 300%

La actividad física bien realizada mejora, entre otras cosas: el rendimiento laboral y académico, la personalidad, la estabilidad emocional, la memoria, la autoestima, el bienestar, y disminuye el estrés, la depresión y la agresividad.

Esto se traduce en un entorno laboral mucho más apacible y seguro para los trabajadores, que rendirán más en sus puestos.

Mindgram y la importancia de fomentar la vida saludable en los empleados

La creación de una cultura empresarial que fomente la salud y el bienestar es fundamental. Los líderes pueden ser modelos a seguir al mostrar su compromiso con la vida saludable, ofrecer tiempo libre para ejercitarse durante el día de trabajo y permitir horarios flexibles para que los empleados puedan cuidar su salud.

Los empleados que llevan una vida saludable están más motivados y comprometidos con su trabajo, lo que se traduce en un aumento de la eficiencia y la calidad del trabajo.

Una vida saludable mejora la capacidad cognitiva y el rendimiento físico de los empleados, lo que les permite ser más productivos durante el día de trabajo. Una dieta equilibrada y ejercicio regular pueden reducir el estrés y la fatiga, lo que aumenta la concentración y la creatividad.

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