Aprender desde casa: uno a uno con tus hijos

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Laura
Mulatero

El aprender desde casa o homeschooling es una tendencia educativa que cuenta con tantos defensores como detractores. En este sistema, los padres y madres están uno a uno con sus hijos, los cuales desarrollan todo su proceso de aprendizaje desde casa, sin acudir a ningún centro educativo público o privado. 

Se trata de un modelo de educación en el que la enseñanza de los hijos es guiada por sus padres durante los años que duran las primeras etapas educativas de los colegios convencionales. Países como Estados Unidos o Canadá cuentan con un alto porcentaje de seguidores y algunos países europeos como Francia o Reino Unido también lo contemplan

En España el aprender desde casa está en situación de vacío legal. La Ley Orgánica de Educación dice que “los menores deben estar escolarizados obligatoriamente de los 6 a los 16 años en un centro homologado por el estado”; pero la Constitución Española reconoce en su art. 21.1 la libertad de enseñanza y en el art. 27.3 el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

 

Ventajas y desventajas de aprender en casa

 

Partiendo de que en nuestro país no existe una legislación que indique explícitamente la prohibición del aprendizaje desde casa, conviene centrarse en las posibles ventajas e inconvenientes si los hubiere de este método de enseñanza. Un sistema que no impide posteriormente el acceso a estudios superiores.

Por un lado, los expertos en educación no se ponen de acuerdo respecto a la conveniencia o no de este sistema de aprender en casa. Hay quienes defienden ventajas como: una educación más abierta y mayor diversión para los estudiantes, con el consiguiente aumento de rendimiento y aprendizaje entre los principales beneficios.

Otros, en cambio, esgrimen argumentos en contra relacionados con la socialización de los menores, un proceso al que contribuye el aprendizaje presencial en el colegio, o un posible adoctrinamiento basado en los prejuicios que puedan transmitir los padres; aunque esto último también puede ocurrir y de hecho ocurre en los centros educativos.

Sea como fuere, a la hora de acceder a títulos superiores, los homeschoolers pueden optar bien por escolarizarse para el bachillerato, obtener el graduado oficial en ESO al cumplir la mayoría de edad, hacer las pruebas de acceso para la Formación Profesional o prepararse las titulaciones de idiomas necesarias para acceder a universidades británicas o estadounidenses.

Pero, volviendo a las ventajas y desventajas de aprender desde casa, a continuación, se enumeran las principales ventajas de este sistema educativo:

Aprendizaje personalizado

Muchos pedagogos defienden el hecho de que se trata de un aprendizaje a medida, una circunstancia que no se puede alcanzar en las escuelas, donde el proceso educativo está diseñado para igualar a todos los estudiantes sin tener en cuenta sus necesidades particulares o individuales.

Mayor participación

Como consecuencia de lo anterior, los niños y niñas que reciben una atención personalizada responden con una mayor participación en el proceso de aprendizaje. Se implican más en su proceso educativo porque sienten una mayor responsabilidad al ver que sus padres se implican en ello de forma activa.

Fortalece los lazos familiares

Qué duda cabe de que esta metodología genera una oportunidad inigualable para consolidar las relaciones afectivas en el hogar. Eso sí, hay que tener presente no generar dependencias ni relaciones tóxicas, en lugar de ello los adultos deben centrarse en el fortalecimiento de los lazos afectivos con los menores

 

Ahorro de tiempo y dinero

Al no tener que hacer desplazamientos al centro escolar de turno, los padres y madres de los menores ahorran una cantidad considerable de tiempo y dinero, no solo en transporte, sino también en matrículas, uniformes, tasas y demás cuestiones que implica que los hijos acudan al colegio más cercano o más conveniente.

Si ha esto se le suma que los padres son capaces de teletrabajar de forma productiva y saludable, el ahorro en estas dos cuestiones aumenta.

 

Acaba con la presión de la competencia

Los homeschoolers no tienen que competir con 30 o 40 niños más por la atención del profesor o profesora, ni tampoco sentirá la necesidad de compararse con ningún otro alumno, tal y como se potencia en la mayoría de las aulas. Este principio tan arraigado en la sociedad competitiva donde hay que ser el mejor o la mejor en todo para destacar por encima de los demás, pierde sentido, afortunadamente, en el aprendizaje en casa.

 

 Aprender desde casa evita el acoso escolar

El homeschooling es sin duda la forma más inmediata de evitar el bullying o caso escolar que sufren millones de menores cada día y que puede llevarlos no solo a un sufrimiento innecesario, sino a acabar en una de sus más trágicas consecuencias: el suicidio. En España son ya dos millones de menores que sufren acoso y es una cifra que va en aumento.

Es lógico pensar que, si a todas estas ventajas se le suma el hecho de que al recibir las clases en casa los alumnos ya no tienen que soportar las burlas, el rechazo o el acoso al que se verían sometidos si fueran a la escuela cada día, este método puede ser la solución para millones de menores en todo el mundo. No obstante, también tiene sus inconvenientes:

 

Mayores exigencias para los padres

El aprendizaje en casa requiere una elevada inversión de tiempo por parte de los padres, aunque también permite establecer horarios más flexibles adaptados a las circunstancias de cada hogar. De la misma manera, se necesita una formación y habilidades concretas para transmitir los conocimientos, aunque existen asociaciones que ofrecen formación a los padres respecto a este aspecto.

Si los padres tienen largas jornadas de trabajo fuera de casa, puede que se tenga que revaluar el aprendizaje desde casa, ya que, los niños no podrán recibir tanta atención y los padres podrían sufrir de agotamiento laboral al no poder descansar al llegar a casa.

Sesgos educativos y problemas de sociabilidad

Un claro inconveniente es que los menores se educarán según las doctrinas familiares sin tener opción a desarrollar un pensamiento libre. Al mismo tiempo, y salvo que se cuide especialmente el fomento de las relaciones sociales en la familia, los menores carecerán de habilidades sociales, algo fundamental para su vida futura. Por el mismo motivo, podrían tener problemas para trabajar en grupo a menos que tenga más hermanos y hermanas con los que colaborar.

 

Falta de autonomía e independencia

Algunos expertos añaden este inconveniente al aprendizaje desde casa, y argumentan que, al no salir de casa, a los pequeños se les dificultará mucho adaptarse a rutinas como tomar un bus o desplazarse a otro lugar. Esto es algo que también podría evitarse si los padres son conscientes de ello y fomentan estos valores en sus hijos, pues el aprendizaje no solo se trata de aprender materias y conocimientos, sino también valores y habilidades personales.

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