¿Cómo crear una cultura organizativa apreciativa? 

Mindgram

Laura
Mulatero

Para crear una cultura organizativa apreciativa lo primero a tener en cuenta es el significado del concepto indagación apreciativa o enfoque apreciativo. Este enfoque humano y organizacional se centra principalmente en distinguir y fomentar lo que hace posible el cambio, no lo que lo obstaculiza. 

Para Hammond, 1995, la indagación apreciativa “ve las dificultades como desafíos para aprender, desarrollarse y servir”. Se trata, por lo tanto, de un enfoque proactivo y propositivo que centra la atención en las posibilidades. Viene a ser el reverso de la visión más común, que se centra en las debilidades y errores para buscar culpables o corregir lo que no funciona.

El enfoque apreciativo, en cambio, es una forma de ver, estar y actuar en el mundo desde un auténtico interés de cambio humano y organizacional. Es el arte y la práctica de hacer preguntas que refuercen la capacidad de la organización de sacar el mejor rendimiento de su potencial humano, poniendo en valor lo que se hace bien.

Ventajas de la cultura apreciativa

Una cultura organizativa apreciativa ha de basar su mirada en una serie de principios que marcan la diferencia con la forma convencional de solucionar los problemas. En esta última lo habitual es que se parta de una carencia, se analicen y busquen culpables y se receten acciones correctoras con un enfoque principalmente cuantitativo.

En la cultura organizativa apreciativa la apreciación positiva de las fortalezas es fundamental, así como la visualización de lo que puede llegar a ser cada situación y persona. Igualmente, se fomenta el diálogo y se innova a partir de la situación o condiciones que ya se tienen. Se trata de un enfoque más narrativo.

Las principales ventajas de este nuevo enfoque apreciativo son numerosas, pero llama la atención, sobre todo, el abandono de la queja, la crítica, la desconfianza y la competencia dañina para alcanzar una integración entre distintas áreas o grupos de conflicto. A continuación, se enumeran más beneficios de esta visión organizativa:

  • Genera visiones compartidas y construye una cultura de aprendizaje mutuo.
  • Se adapta al desarrollo y creación de proyectos diversos, al tiempo que genera confianza, creatividad, innovación e integración.
  • Fomenta la motivación, la esperanza y el compromiso, y facilita el diseño de proyectos y promueve la acción.
  • Permite el trabajo conjunto de grandes o pequeños grupos de personas y el personal estará más motivado y comprometido con los objetivos organizativos.
  • Asegura el éxito en cualquier cambio que se quiera implementar al involucrar a la gente desde el inicio.
  • Moral alta y buenas relaciones internas y externas.
  • Se mejora el servicio y los procesos creando una cultura de excelencia, al tiempo que se fomenta la colaboración con los clientes.
  • Reducción de costes, aumento de facturación y aumento de beneficios.
  • Se da pie a una mayor creatividad e innovación y se descubren nuevas áreas de oportunidad de negocio.
  • Buena imagen y proyección social.

Para obtener todas las ventajas que genera el enfoque apreciativo en las organizaciones y empresas, estas deben hacer uso de algunas herramientas básicas como la indagación (hacerse preguntas), realizar cuestionarios y analizar los resultados de dichas respuestas y/o entrevistas.

Fases para crear una cultura apreciativa

Así, el proceso para conseguir una cultura organizativa apreciativa, pasa necesariamente por varias fases: Descubrimiento, sueños, diseño y puesta en práctica. Estas fases son las que irán marcando el rumbo de la toma de acciones y en cada una de ellas se irá obteniendo la información necesaria para implementar la apreciación como visión de empresa. 

Descubrimiento

En esta primera fase lo importante es descubrir qué hace bien la organización, cuáles son sus fortalezas. Se podría decir que lo que se busca es el centro positivo de la misma. Hay que buscar los momentos de excelencia y fijarlos en la memoria. Esta fase se lleva a cabo mediante entrevistas que crean una narrativa positiva sobre las personas y la organización.

Creación de sueños

Partiendo de la identificación de dichas fortalezas, es el momento de visualizar un futuro en el que los mejores momentos sean la constante. Es el momento de crear sueños y para ello, lo mejor es organizar un encuentro grupal donde el diálogo y la construcción de una visión positiva conjunta sea el objetivo.

Diseño de la organización apreciativa

Los sueños que se han proyectado en la fase anterior han de poder llevarse a la realidad. Para ello, hay que diseñar la organización soñada con base en una serie de acciones, planificaciones y recomendaciones.

Puesta en práctica

En la fase final de este proceso para crear una cultura organizativa apreciativa, es cuando se deben asumir responsabilidades y compromisos concretos. Hay que terminar de pulir las ideas y dar feedback sobre los cambios ya realizados en los procesos y sistemas de organización. 

Seguir esta metodología es la mejor manera de comprobar cómo funcionan las cosas cuando se trabaja bien. Incluso, en el caso de detectar errores o procesos poco o nada eficaces, esta nueva visión de las cosas permite conocer los esfuerzos que hacen las personas para subsanar dichos obstáculos.  

Se trata de un método que ayuda a recopilar y documentar las buenas prácticas, al tiempo que se reconocen los comportamientos y acciones que aportan valor, sobre todo en los momentos difíciles. El conocimiento y reconocimiento de estas buenas prácticas es lo que permitirá que dichas acciones se reproduzcan y se dé el aprendizaje organizativo. 

En las organizaciones donde se aplica una visión apreciativa, las personas trabajan más motivadas. Esto hace que se esfuercen más en ofrecer su mejor versión, puesto que este enfoque promueve el uso de sus fortalezas, tanto a nivel individual como de equipo. Eso, a su vez, aumenta el rendimiento organizativo.

Las personas que trabajan para la organización ven que el sentido de su trabajo está en la posibilidad que tienen de utilizar sus capacidades de forma creativa y constructiva. Este es un sentido que va más allá del puramente económico, pero que también favorece los resultados económicos de la empresa.

Como se ha podido ver, crear una cultura organizativa apreciativa aporta innumerables ventajas. Con Mindgram, las organizaciones y empresas pueden tener acceso a diversos recursos y métodos, que les ayudarán a encontrar soluciones y recibir la guía y apoyo de diferentes profesionales durante el proceso de indagación apreciativa.

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