Rutinas: beneficios y cómo establecer buenos hábitos

Nuestro lugar de trabajo es donde solemos pasar muchas horas del día. Los momentos de estrés laboral pueden dañar nuestro estado de ánimo haciendo que factores como la desmotivación, el malestar o nuestra salud mental y física se vean perjudicadas en nuestra vida privada.  

Aprender a cuidar de nosotros mismos estableciendo rutinas llenas de buenos hábitos en nuestro día a día es esencial para el cuidado de nuestra salud tanto física como mental.

Por esta razón, en este post queremos contarte cuáles son aquellos buenos hábitos que puedas aplicar en tu día a día en tu entorno laboral y en tu vida privada que te ayudarán a conservar un estado de ánimo positivo y beneficioso para tu salud.

¿Cuáles son los beneficios de establecer una rutina?

Antes de entrar en detalle y darte nuestras recomendaciones sobre los buenos hábitos y de cómo establecerlos, queremos que conozcas cuales son los principales beneficios de llevarlos a cabo.

Estos son los beneficios de establecer una buena rutina diaria:

Menor sensación de esfuerzo psíquico

Cuando estableces una rutina tu cuerpo se acostumbra a realizar las actividades de forma automática sin que suponga un consumo alto de energía psicológica. En ocasiones, estas mismas rutinas que estableces te sirven para desconectar. Ser consciente de tus rutinas y que se establezcan en tu día a día de manera sistemática pueden ayudarte a controlar el estrés. 

Es importante que incorporar una rutina sea progresivo de menos a más para que no requiera un sobreesfuerzo que te lleve a abandonarla.

Evita la procrastinación

Una vez que conviertes una actividad en tu rutina diaria pasa a convertirse en una prioridad. Cuando finalmente se convierte en parte de rutina tu mente ya no lo asocia a algo que se puede evitar o realizar otro día. 

Establecer buenas rutinas es fundamental para tu salud porque gracias a ellas evitarás prestar atención a las actividades perjudiciales o que no te aportan ningún valor.

Mejora del descanso nocturno

Una buena o mala rutina siempre va a influir en la calidad del descanso. Respetar los horarios de sueño y mantener hábitos saludables en el día a día favorables a la hora de acostarse permiten mejorar el rendimiento diario, el bienestar emocional y los niveles de energía. 

Por lo tanto, establecer rutinas saludables en el día a día que promueva el descanso siempre beneficiará nuestra salud tanto física como mental.

Mayor seguridad en ti mismo

Establecer buenos hábitos como parte de rutina siempre es difícil en sus inicios. Por esta razón, una vez has trabajado y te has esforzado duramente en conseguirlo comenzar a recoger beneficios animará a tu cerebro a continuar con ello.

Tu autodeterminación será mayor para proponerte otro nuevo objetivo y te será más fácil comenzarlo.

¿Cómo crear hábitos saludables?

Estar motivados para crear rutinas saludables no siempre es suficiente para conseguirlo. 

El objetivo último de un hábito es que se convierta en un comportamiento que se realiza de forma inconsciente o semiinconsciente para reducir la fricción y evitar que este hábito no se lleve a cabo.  

Según la mayoría de los expertos los mejores consejos sobre cómo crear mejores hábitos son:

Comienza de menos a más

Para alcanzar un objetivo o un estilo de rutina debes enfocarte en las pequeñas cosas que te hacen llegar hasta ella. El motivo es que, si un objetivo lo desglosas en pequeñas acciones, fáciles de conseguir, poco a poco la dificultad de la tarea será menor y por consiguiente más fácil de convertir en rutina.

Haz que tu nueva rutina venga desencadenada por algo

Un truco muy útil para poder establecer un hábito en tu rutina es que venga precedido de algo que ya haces en tu día a día. Esto es a lo que los expertos llaman anclas. 

Tener un ancla es la manera perfecta para poder encadenar algo que ya hacemos con algo que queremos empezar a hacer. Por ejemplo, si quieres establecer el hábito de ir al gimnasio el ancla puede ser que al salir del trabajo, el siguiente paso sea acudir directamente a entrenar. 

De esta manera estableces en tu rutina diaria que al acabar tu jornada laboral automáticamente el siguiente paso es ir al gimnasio haciendo que este hábito saludable forme parte de tu rutina.

Encuentra algo que te haga disfrutar del proceso

Establecer un hábito saludable como rutina sin disfrutar mínimamente de él hará que trabajar en ello sea casi insufrible y más proclive al abandono.

Existen multitud de maneras de poder hacer que un hábito que no nos gusta pueda ser más divertido o placentero para facilitar su inicio.

Si por ejemplo el gimnasio es algo que no soportas, pero quieres hacer ejercicio físico puedes optar mejor por hacerlo mediante una actividad física distinta como puede ser spinning, deportes de contacto, senderismo, clases de baile…

Cuida tu entorno personal

Hay hábitos que son más difíciles de conseguir y muchas veces necesitamos el apoyo de nuestro entorno para conseguirlo. Si nos rodeamos de personas que también trabajan por mejorar o cambiar sus hábitos por otros positivos eso conllevará un extra de motivación. Un entorno positivo siempre será un factor clave.

Recompensa tus logros

Si te sientes bien con tus logros y con las cosas que consigues lo más probable es que acabes manteniéndolos en tu rutina. Debes encontrar una manera de hacerte sentir una emoción positiva cada vez que completes un nuevo hábito satisfactoriamente. Autorreforzar tus nuevas conductas positivas es importantísimo para que tu cerebro genere una emoción positiva que le empuje a querer continuar.  

Los 4 hábitos y rutinas saludables durante tu jornada laboral

A veces en nuestro entorno laboral no nos damos cuenta de que tenemos rutinas o hábitos que son dañinos para nuestra salud o que podríamos mejorar para nuestro bienestar físico como mental.  

A continuación, te comentamos cuáles son los hábitos saludables que deberías implementar en tu rutina de trabajo.

Cuida tu espacio de trabajo

Tener un espacio de trabajo adecuado para realizar nuestras tareas debería ser algo esencial para cada trabajador. Un espacio ordenado, cómodo y que genere confort siempre será favorable para nuestro bienestar mental y también influirá en la productividad.

Por esta razón uno de los hábitos que se debe establecer como rutina en el entorno laboral es el de mantener ordenado el espacio de trabajo.

Realiza un listado de tareas

Disponer de una lista de tareas siempre será un buen hábito que convertir en rutina para comenzar tu jornada laboral. Organizarte el día y tener claro lo que debes hacer te hará distinguir lo urgente de lo importante. Mejorarás tu productividad y tu sentimiento de haber realizado bien tu trabajo.

Haz ejercicio 

Aunque realizar ejercicio no es específicamente un hábito que normalmente puedas encajar dentro de tu jornada laboral es importante que algún momento del día lo dediques a ello y forme parte de tu rutina diaria. A veces saturamos en exceso la mente y dejamos de lado el realizar actividades físicas.

El bienestar, el aumento de moral, la productividad laboral y la eliminación de estrés, entre muchos otros, son consecuencia de realizar ejercicio físico.

Cuida tu alimentación

El exceso de trabajo o el ajetreo de la jornada laboral no debe evitar que cuides tu alimentación. Comer saludablemente servirá para que mantengas tu energía y bienestar durante todo el día y obtengas tu máximo rendimiento. Una buena alimentación junto con un poco de ejercicio diario te ayudará a dormir y descansar mejor por las noches.

 

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